AL VUELO/ Epistolario

Por Pegaso

EPÍSTOLAS DE UN PISTOLERO

I

Hola, amor mío:

Me encuentro hoy aquí, en mi esquina, pendiente de cualquier novedad. Hace rato pasaron unos federales y puse en alerta a mi jefe de grupo con mi radio nuevecito. Ya sabes cuánto te amo. Espérame en la noche. Te amo, palomita. Tuyo: El Cachas.

II

¿Qué tal, cariño?

Espero que te guste la foto que subí a mi muro.  Está chida. La gorra que traigo puesta la acabo de comprar en un puesto del tianguis Jarachina. Cuídate mucho. Ardo en deseos de llegar y abrazarte, demostrarte mi amor como siempre lo he hecho. Te quiero: El Cachas.

III

Hola, bebé:

Hoy me dio el patrón mi primera pistola. Es una escuadrita pequeña pero sí funciona.  Ayer maté a a un tipo y sentí mucha adrenalina. Ya no soy más un puntero. El patrón me encarga trabajos más perros. Cuida esa pancita que va creciendo. Besos para tí y para él. Tuyo por siempre: El Cachas.

IV

Hola, corazón mío:

Siento no haber estado en el parto, pero el patrón me llevó a un sitio de entrenamiento. Fíjate que no lo había pensado de esa manera, pero uno de los entrenadores, un tipo que está muy cerca del mero jefe nos dijo que estamos en este negocio por el gobierno corrupto, por los empresarios que se enriquecen y viven como reyes, por la policía que agarra el dinero que les damos y luego nos ponen el dedo. Nos dijeron que nosotros somos héroes de ésta lucha, que si caemos lo habremos hecho como héroes y nuestro nombre será recordado por siempre. Me despido por el momento. Ya sabes que te amo con toda el alma. Dale un besito al bebé. Te amo. El Cachas.

V

Hola, preciosa mía:

Me dio gusto verlos la última vez a tí y al bebé. Le queda muy bien la gorrita que le compré, con tanto brillantito y figuritas de colores. Los tres salimos bien. Buen detalle el tuyo de poner delante del niño mi pistola y mis radios. ¿Y qué te parecen mis tatuajes de la Santa Muerte con tu nombre a un lado? Cuídate. Te quiere: El Cachas.

VI

Hoy estuvimos en un tiroteo perro. Los federales mataron a cuatro de los nuestros, pero uno de ellos también cayó. Creo que fue una de mis balas la que entró en su pecho porque estaba enfrentito de mí. Tuvimos que correr cuando llegaron los soldados, porque esos cuates sí tienen buena puntería y traen buenas armas. Estoy viendo la foto que subiste a Facebook. Luces preciosa, como siempre. El martes iremos a celebrar el cumpleaños de El Cachitas. Te amo como nunca pensé amar a nadie. Atentamente: El Cachas.

VI

Hola, amor mío:

Veo que El Cachitas está creciendo fuerte y sano. Cuando crezca quiero que sea igualito que su papá, valiente y aventado, que no se cuartee con los pajuelazos, que sepa ganarse la confianza de los jefes, como yo lo he hecho. Ahora que soy de un rango mayor en la compañía ya tengo un coche deportivo y una metralleta bien bonita a la que le puse tu nombre. Cómprale muchas cosas bonitas al Cachitas. Te veo el fin de semana. Te quiero: El Cachas.

VII

Hola, querida mía:

Ayer nos enfrentamos a balazos a los soldados.  Estuve cerca de la muerte.  Mis compañeros corrieron y me dejaron solo, pero logré escapar, aunque tuve que abandonar la carga de droga que habíamos llevado hasta el río. Tengo un mal presentimiento, como si ya no te fuera a volver a ver.  Ando escondiéndome entre unas casas. No llores, que me entristece verte así. Por si algo sale mal, cuida bien al Cachitas y edúcalo para que sea más chingón que yo. Debo salir de aquí.  Te quiero, hermosa mía. Con todo mi amor: El Cachas.

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