AL VUELO/ Sofisma

Por Pegaso 

¿Qué es un sofisma?-pregúntome yo. 

La palabreja la puso de moda hace unos días el Pejidente ALMO al señalar que las energías limpias, como la solar y la eólica son un sofisma. 

Ahora, convertida en un top trending, todo mundo la trae en la boca, pero parece que nadie sabe lo que significa ni mucho menos lo que quiso decir el Peje del Ejecutivo. 

Para mí que lo que quiso decir es que ese tipo de energía es un estigma, no un sofisma. Suenan parecido, pero son dos cosas muy diferentes. 

Para empezar, y tomando como punto de partida en que no todos mis dos o tres lectores conocen y saben de Filosofía, procedo a ilustrarlos sobre la etimología, significado, ejemplos y aplicaciones del multicitado término. 

Sofisma procede de la palabra griega sophisma, que significa razonamiento falso o falacia. 

Se conoce como sofisma al argumento o raciocinio falso formulado con la finalidad de inducir al adversario a un error. 

Aquí van diez ejemplos de sofisma que encontré en las redes sociales: 

-Ese accidente fue castigo de Dios. 

-Todo hombre es infiel. 

-No tengo pruebas de que lo que dices sea falso, pero no prueba que lo que dices sea cierto. 

-El rápido crecimiento de la fauna marina se debe al intenso viento que reciben, por eso es conveniente que exista mucho viento. 

-Existen los extraterrestres. 

-Eso es verdad, está escrito aquí. 

-Si una persona es fiel a su pareja, podemos decir que la ama profundamente. Ese amor profundo se manifiesta cuando no le es infiel. 

-Todas las mujeres manejan mal. 

-Todos los jueces están comprados. 

-Todos los hombres son machistas. 

Como se puede ver, una falacia o sofisma es aquella mentira que parte de argumentos que parecen verdaderos o válidos. 

Se llega a una conclusión que pretende convencer a otros acerca de un punto de vista subjetivo. 

Ahora que si en verdad el Pejidente se equivocó y quiso decir que las energías renovables son un estigma, en lugar de sofisma, eso sería más posible, porque estigma significa “señal que aparece en el cuerpo de algunos santos y que es signo de su participación en la pasión de Cristo”. 

Después de analizar ambas opciones, no le encuentro sentido a ninguna de ellas.  

Quizá todos escuchamos mal y la palabra que salió de su ronco pecho no fue sofisma, ni estigma, sino sintagma, una palabra que constituye una unidad sintáctica que cumple una función determinada con respecto a otras palabras de la oración. 

No lo sé. Hay muchas cosas que tal vez quiso decir, pero como habla en tabasqueño, pocos alcanzamos a comprender la intención que descansa detrás de cada giro lingüístico que imprime a sus bien estructurados discursos. 

Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso:“A la deidad elevando preces y con la sección de madera propinando”. (A Dios rogando y con el palo dando).

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