Candelero/ Costará $125 pesos el voto en el 2018

Señor Presidente Peña Nieto: En sus manos  está acabar con las lacras de la partidocracia

Por: Abraham Mohamed

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Sí, nos puede costar a los ciudadanos $125 pesos el voto que depositemos en las urnas electorales el 1 de Julio del 2018 para que nuevos zánganos lleguen a la mayoría de los 3,326 cargos públicos que estarán “en disputa”. En las elecciones del 2012 el voto costó $102, casi 25% menos.

La numeralia que soltó el Instituto Nacional Electoral al pedirle a Hacienda $6 mil 788 millones de pesos para realizar los próximos comicios, es insultante, lastima y encabrona más a los ciudadanos.

Debe saber que en el 2012 el gasto electoral fue de $5 mil 142 millones de pesos  y votaron 50 millones 323 mil 153 ciudadanos, el 63.14 % de los 79 millones 454 mil 802 inscritos y para el 2018 de casi 86 millones registrados en la Lista Nominal pronostican que se repetirá el 63% de votantes que sumarían 54 millones 180 mil. Con esa cifra se busca legitimar el triunfo de quien gane con más del 30% de boletas, o sea con más de 16 millones de votos.

Peña Nieto ganó con el 38.2% o sea con 19,226,774 votos, mientras que López Obrador obtuvo el 31.57% que representan 15 millones 896,999 sufragios.

Pero volvamos a la billetiza para los Cárteles Políticos:

Los mexicanos no conciben que mientras se hacen nuevos recortes en los presupuestos de Salud, Educación, Seguridad, de apoyo al campo y de Desarrollo Social para aliviar las necesidades, el hambre y la pobreza de 54 millones de mexicanos, se siga privilegiando a los Partidos aumentándoles el subsidio que reciben y que es dinero que aportamos los contribuyentes.

Esto hasta parece un siniestro plan para que nos sigan jodiendo, como lo han hecho y quieren seguir haciéndolo.

Y le voy a decir por qué pienso esto, como igual lo piensan millones y millones de mexicanos que aborrecen a la inmensa mayoría de quienes conforman la nefasta partidocracia que es lo que frena el avance democrático que impide el cambio del corrompido Sistema Político Nacional.

El PRI ya madreado por los asesinatos de su candidato Luis Donaldo Colosio, de su Secretario General, José Francisco Ruiz Massieu y por el pésimo gobierno de Ernesto Zedillo en ese año 1997 fue cuando perdió la mayoría en el Congreso de la Unión y los partidos de oposición unidos PRD, PAN, PT y hasta el Verde se apoderaron de la LVII Legislatura, designando a Porfirio Muñoz Ledo quien era el coordinador de los diputados perredistas, como presidente de la Cámara y lo encargaron de responder el Informe de Zedillo. El coordinador de los panistas era Carlos Medina Plascencia.

Entiendo que a partir de eso, surgió la idea de subsidiar con recursos públicos a los Partidos, al través del entonces Instituto Federal Electoral para impulsar la democratización del país.

La idea y el propósito no eran, ni son malos, pero todo se pervirtió porque al empezar a fluir a raudales el dinero para las campañas, se desató la voracidad de los nefastos dirigentes partidistas quienes cínicamente corrompieron y corrompen todos los procesos políticos, sin importarles ni el país ni la ciudadanía.

De 1997 al 2017, son 20 años durante los cuales los mafiosos de esos Cárteles Políticos mal llamados Partidos ya recibieron ¡66 mil 630 millones de pesos! según las cifras del IFE-INE y ahora babean esperando las millonadas de pesos que les toquen de los ¡6 mil 788 millones que se presupuestaron para las elecciones del próximo 2018!

Y yo como más de 100 millones de mexicanos interesados en vivir mejor, preguntamos: ¿Y en que nos ha beneficiado tantíííííííísimo dinero?

¿Por qué no se busca la forma de acabar con éste tipo de “delincuencia legalmente organizada” y se aprueba a nivel nacional lo que el joven diputado local independiente de Jalisco, Pedro Kumamoto promueve como iniciativa para disminuir el financiamiento a los Partidos y que es “sin voto no hay dinero”?

¿O será que estamos destinados a mantener de por vida y en la opulencia a éstos zánganos?

Yo creo que no.

Pienso que ya hay que pararle a esto antes de que la situación estalle, porque  deben entender que la gobernabilidad está en riesgo.

Y señor Presidente Peña Nieto, solo usted y nadie más que usted, puede acabar con estas lacras de la partidocracia.

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