HUYEN LOS ESPECTACULADORES Y CAEN PRECIOS DE CULTIVO

Ryan Dezember / The Wall Street Journal

Un éxodo de fondos de cobertura y otros especuladores de los mercados de materias básicas ha exacerbado la caída en los precios del trigo, el maíz, la soya y otros productos básicos, y algunos analistas dicen ahora son más baratos de lo que ameritan la oferta y la demanda.

Es un cambio radical respecto a principios de este año, cuando los administradores de dinero, preocupados por la inflación y los problemas de suministro relacionados con la guerra, ayudaron a aumentar los precios de las materias básicas al volcarse a los mercados de futuros con apuestas de que los precios subirían. El trigo y la soya registraron precios récord a principios de este año y el maíz subió cerca de su máximo histórico, pero desde entonces los especuladores han abandonado los mercados agrícolas, llevándose ganancias, cerrando operaciones por inflación y preparándose para una recesión.

Los precios de los cultivos han bajado a donde estaban hace un año, que eran históricamente altos debido a las malas cosechas, pero antes de que los mercados se dispararan por la invasión rusa de Ucrania.

El apoyo especulativo ha surgido del mercado más amplio de materias primas, desde el petróleo crudo hasta el cobre, contribuyendo a caídas en los precios que han generado esperanzas entre los inversionistas de que la inflación ha alcanzado su máximo. Pero en las materias básicas agrícolas, que influyen en los precios del combustible, los alimentos y la ropa, el torrente de operadores entrando y saliendo ha sido particularmente pronunciado e impactante.

«Los fondos de cobertura siempre son los motores de los precios en los mercados agrícolas», declaró Dave Whitcomb, que dirige Peak Trading Research. «Vemos la máxima correlación en lo que ellos hacen y lo que el precio hace. Cuando los fondos de cobertura venden, los precios bajan».

La razón es que las operaciones de futuros entre los involucrados en la producción, el comercio y el consumo de cultivos reales, como agricultores y fabricantes de alimentos, tienden a balancearse. Los especuladores buscan obtener ganancias de los movimientos en los precios en lugar de administrar riesgos. Cuando muchos comienzan a hacer las mismas apuestas, pueden desequilibrar el mercado y amplificar los movimientos de los precios.

El aumento en los precios agrícolas se convirtió en una apuesta popular en Wall Street en el otoño del 2020. La demanda de las economías que salían del confinamiento estaba en aumento. Los importadores de alimentos estaban ansiosos por reabastecerse. Las cosechas eran malas. Los fondos de cobertura y otros especuladores entraron a raudales.

Para principios del 2021, habían acumulado la mayor apuesta colectiva en su historia a que los precios aumentarían en 13 mercados de materias básicas agrícolas, medida en número de contratos, arrojan datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos compilados por Peak Trading. La popularidad de las operaciones se estaba desvaneciendo cuando Rusia invadió Ucrania a fines de febrero y le dio un nuevo impulso a los granos. Al aumentar los precios, el tamaño de la apuesta de los especuladores creció a casi 57 mil millones de dólares en marzo, la mayor en más de 11 años, reporta Peak.

Inversionistas más pequeños se unieron al frenesí, inyectando tanto dinero a un fondo cotizado en bolsa que tiene futuros de trigo que se quedó sin acciones para vender a principios de marzo. Los reguladores otorgaron permiso al Teucrium Wheat Fund para vender más acciones y sus activos se inflaron a 723 millones de dólares en mayo, contra 86.2 millones de dólares antes de que Ucrania fuera invadida. Desde entonces, ha fluido más dinero del fondo que hacia él y sus activos se han reducido a 324 millones de dólares.

En los mercados de futuros, la liquidación comenzó después de que la Reserva Federal comenzó a subir las tasas de interés. El fortalecimiento del dólar, que hace que las materias básicas sean más caras para los importadores, y los temores de una recesión llevaron a los operadores a deshacer las apuestas al aumento de los precios. A fines de julio, la apuesta se había disuelto casi por completo, reporta Peak Trading.

Los precios de futuros de referencia para el maíz y el trigo han caído 24% y 27%, respectivamente, en los últimos tres meses. Los futuros de soya han bajado 14% en ese lapso.

Los analistas de Goldman Sachs dicen que la liquidación ha estado «desvinculada de los fundamentos físicos e impulsada por la liquidación financiera».

Los analistas de JPMorgan indican que el colapso «está disfrazando profundas dislocaciones en los flujos comerciales agrícolas mundiales y de ninguna manera alivia los riesgos de escasez de suministro físico hasta el 2023». Señalan que los precios han caído por debajo de los costos de producción y estiman que hay un alza del 20% al 30% en los precios de los granos debido a problemas de suministro.

Los riesgos incluyen la guerra continua en Europa, un clima incierto para la siembra e inventarios bajos en todo el mundo.

Aunque Ucrania embarcó esta semana su primer cargamento de granos desde que Rusia la invadió, los analistas advierten que el pacto que permite el paso seguro de alimentos desde el Mar Negro podría desmoronarse. Incluso si se mantiene, tomará meses despejar la acumulación de granos almacenados en silos ucranianos. El Departamento de Agricultura de EU predice que Ucrania exportará alrededor de la mitad del tonelaje de granos y semillas esta temporada que la anterior.

Mientras tanto, algunas de las temperaturas de verano más altas registradas y la sequía amenazan los cultivos de Estados Unidos. «Las condiciones para el maíz, la soya y el trigo de primavera se han deteriorado de manera casi continua durante las últimas seis semanas», escribieron los analistas de Goldman en un reporte el miércoles, estimando una disminución del 2% al 3% en los rendimientos de los cultivos de EU.

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