LOS HECHOS/ VOX POPULI, VOX DEI

POR José Inés Figueroa Vitela

Al momento de redactar el presente texto, aun no se cerraba la votación, las casillas permanecían abiertas y las autoridades no habían reconocido tendencias sobre el saldo de la jornada electoral.

No obstante, la extraordinaria participación ciudadana, desde muy temprano, y hasta entrada la tarde, haciendo filas para ejercer su derecho cívico en las casillas, anunciaba que muy difícilmente prosperaría la intención de alterar la elección.

El anuncio, por añadidura, sería el adiós a la forma torcida de ejercer el poder público en Tamaulipas, por el PAN en su debut, que se volvió despedida, con un acelerado desgaste, ciertamente, muy justificado.

Desde la incapacidad para atender todos los frentes de su responsabilidad, hasta la corrupción desviadora de los presupuestos, las formas violentas y arrebatadas, que llegaron desde el día uno, pero se recrudecieron por estas fechas electorales.

Ayer todavía, el asalto a los actores políticos de la contra, de parte de las policías estatales y la abierta compra del voto, a través de las vetustas estructuras priístas, fueron la constante prolongada de los días previos.

Como quiera, desde la ceremonia de apertura del día de la elección, a primera hora, las autoridades electorales –llámese JUANJO LUPE RAMOS CHARRE y SERGIO IVÁN RUIZ CASTEELLOT, titulares en el estado de los institutos electorales local y federal- daban por buena la expectativa.

Hasta el Secretario General del Gobierno estatal, GERARDO PEÑA FLORES, se atrevió en el acto, a seguir lanzando acusaciones, contra la causa adversa a su partido, e insistía que la única víctima de persercución era su jefe, el Gobernador.

Por las redes sociales, corrían historias que ponían al gobierno estatal, a través de la Auditoría Superior del Estado –dependencia del Congreso-, interviniendio la Presidencia Municipal de Nuevo Laredo.

Mientras, una diputada fuereña, con apellido de nombre de varón, declaraba en el PAN que era el ejército nacional mexicano, el que estaba interviniendo allá del Primer Puerto Fronterizo, “sin dejarlos trabajar”.

Las mismas acusaciones cruzadas entre las causas panistas y morenistas, se cifraban sobre el municipio de Hidalgo –“se de un incidente allá” dijo el Gobernador luego de votar en Reynosa- y de Soto la Marina surgían versiones de que estaban inhibiendo el voto morenista en el area rural.

Pero de ello, no había registro en las instancias jurisdiccionales; al primer corte, a media mañana, los mismos jefes estatales del INE y IETAM, declaraban la jornada sin incidentes mayores que reportar.

“Excepto reclamos de representantes del Partido del Trabajo, quienes no habrían sido aceptados en 6 casillas de Victoria, bajo el argumento que ya estaban representados en los de la coalición-alianza”.

Seis, en medio de más de  4 mil 770 casillas dispuestas e instaladas, no pintaba a incidente mayor, sin detrimento de las correcciones que ya se estaban corriendo, para aclarar malos entendidos, declararon aquellos.

Los mismos presuntos ofendidos, de la alianza Juntos Hacemos Historia, al avanzar del día remitieron al cajón de los asuntos intrascendentes, la compra de votos y persecución de sus compañeros por parte del gobierno del Estado, con aviesas intenciones.

“Sabemos su alcances”, dijo el siempre sereno Delegado nacional morenista, ERNESTO PALACIOS CORDERO, confiando, agradeciendo y celebrando la copiosa votación que a esa hora, víspera del mediodía, ya se reportaba, con todas las casillas instaladas.

En efecto, siempre se dijo, si la votación rebasaba el 52 por ciento de la participación de los ciudadanos inscritos en la lista nominal, prácticamente sería imposible que mediante la inducción manifiesta, se pudiera cambiar el saldo electoral.

Y a esas horas, los pronósticos eran que al menos el 60 por ciento de los ciudadanos tamaulipecos estarían acudiendo a votar, pero no desdeñaban la posibilidad de que, en efecto, hasta el 70 por ciento votara, como algunas encuestadoras lo vaticinaron antes.

Seguramente, con la idea de que podrían sorprender a alguno y ganarse algún voto extra, desde temprano, de los confines panistas dejaron corer la version de que las encuestas de salida le daban la ventaja a su candidato.

La fiesta se acabó, cuando los pretendidos destinatarios del mensaje se toparon con que la mentada encuesta de salida, la firmaba el mismo membrete que antes concedió ventajas al TRUKO candidato, sin algún antecedente de haberse dedicado antes a esos menesteres.

Y discordante, siempre, con lo que las auténticas empresas dedicadas a eso, conocidas y reconocidas, siempre publicaron, ubicando al morenista doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, con amplia ventaja respecto de sus dos constrintantes.

Por eso, aunque esta columna se escribió antes de conocer los resultados finales de las encuestas de salida oficiales, levantadas por empresas contratadas por la autoridad electoral, o que el Programa de Resultados Preeliminares arrojara tendencias, pudimos adelantar un contundente triunfo de la causa abanderada por MORENA-PT-PVEM.

No quiciera pensar en qué sucedería si al final el fraude electoral, que se estuvo construyendo con mucho tiempo y en amplios frentes, hubiera tenido éxito, sobreponiéndose al amplio despliegue ciudadano en las urnas.

O qué pueda pasar si, en un ultimo intento por robarse el gobierno del siguiente sexenio, los del PAN pretendan judicializar la elección, para manipular en los altos tribunales la voluntad popular expresada en las urnas.

Así, como se robaron los votos ciudadanos del año pasado, torciendo la ley a placer, para quedarse con la Presidencia de la Junta de Coordinación Política y la integración de las Comisiones Legislativas en el Congreso Local.

Ahora si que esto sería el acabose.

Lo menos de esperarse, sería la salida del pueblo a las calles, para condenar tanta barbarie y hacer que se cumpla su voluntad, por parte de las autoridades y el desdoblamiento de la fuerza pública local, tratando de someter por la fuerza el reclamo social.

Escenas que no quicieramos ni imaginar, insisto, pero debemos reconocer en la experiencia de historias pasadas, de hace casi medio siglo, que se pensaban superadas, hasta que las sinrazón y el abuso volvieron a asaltar el poder público doméstico.

¿Quién quiere despertar al tigre dormido?

Esperemos que nadie.

Y que hoy se empiece a escribir una nueva hoja en la historia de Tamaulipas, donde la esperanza descanse, en principio, en la honestidad y la decisión de hacer bien las cosas, escuchando y atendiendo al pueblo.

Que la voz del pueblo, es divina, voz de Dios.

Vox Populi… Vox Dei.

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