Por: Chano Rangel
Como si se tratara de una serie de televisión, de esas modernas que produce la más famosa empresa de entretenimiento vía internet; la política mexicana es superior a la ciencia ficción y al drama tele novelesco.
La Rosa de Guadalupe, Infames y hasta la famosa serie del Chema Venegas, se quedan cortas en la historia real mexicana. Es un juego de tronos, región 4, versión nacional, pero con una puesta en escena muy cara. Millones y millones de pesos danzan, rumbo a la conquista de la corona más importante de este país, llamada “Residencia Presidencial Los Pinos”.
En el PRI, la pasarela tienes actores protagónicos, como Miguel Ángel Osorio Chong, José Antonio Meade, Aurelio Nuño, José Narro, pero también actores secundarios como Enrique De la Madrid, Eruviel Ávila, y Pepe Calzada, que dicho sea de paso, su tiempo en escena, no sobrepasara los primero capítulos de esta historia de poder.
En PAN, también se cuecen habas, el príncipe azul, se llama Ricardito Anaya, y la cenicienta y ex reina de palacio, Margarita, quien busca recuperar la corona, el wiski, las fiestas y buenas tardeadas en palacio, el duque es poblano, se llama Rafael Moreno Valle, que en su guion, luce como vendedor de libros, y anunciante en espectaculares, claro tienes más anuncios en radio, y espectacular que libros vendidos, y algunos afirman, que hasta regalado, el libro es caro.
De esos 3, más Ernesto Ruffo Appel, ex gobernador californiano y viejo tigre y Juan Carlos Romero Hicks, intentan parar al príncipe maravilla, que se autodenomina, la solución de México. Digo asi se dice el mismo.
A Margarita Zavala, la avalan, 6 años en palacio, buenas fiestas en los jardines de Los Pinos, y unos 120 mil muertos que dejo la guerra emprendida por su marido, “El beodo en Palacio”. Pero también sus hermanos que se hicieron millonarios bajo las miradas su cuñado, presidente en turno, y de eso Felipe Calderón, no dice nada y el silencio es abrumador.
Mire, los rijosos de la jugada, y serios aspirantes a perder, se siguen peleando el baúl de los recuerdos, la salida de AMLO del PRD, les quito la mitad de la militancia y muchos millones de votos, están en la lona, y el único que puede salvarlos es el Plebeyo Miguel Ángel Mancera, actual príncipe del territorio mas importante después de Los Pinos.
Los campos de batalla están abiertos, el único seguro es AMLO, que va tranquilo viendo como detrás, lo corretean varios dinosaurios, leones y tepocatas, pero nadie hasta hoy, ni siquiera cerca de la cerrera, que se aproxima a la meta.
De lo que si estamos seguros, es que el fuego amigo, los piquetes de ojos, se están dando, se dan con todo, hasta con la cubeta del vecino, es una verdadera pelea callejera, y el trofeo se llama el Trono de los Pinos.
De aquello y lo demás…
Ayer publicamos, que la guerra era innecesaria en la búsqueda de la dirigencia tricolor tamaulipeca, que estamos seguros, que el priismo, necesita cohesión, no peleas, pero al parecer, esto aun no ha quedado claro entre los grupos priista de la entidad.
Y en esta pelea, pareciera ser que solo es de 2, que solo Luebbert Y Guajardo, buscan la silla de liderazgo, pero hay 3, ¿o donde quedo Alejandro Guevara Cobos? O será cierto, que ante la pelea Luebbert vs Guajardo, el bueno es el mantense.
Ya como refilón, cuando le quedará de tiempo a Raúl García Vivian, ahora que el fallo de los jueces, salió favorable, a Juan Diego Guajardo. Por lo pronto, el edil pude disponer de la posición cuando quiera. Así es que al tiempo y solo el tiempo, nos dará la respuesta. Aunque destaco, en eso de la negociación, Juan Diego Guajardo, es muy bueno, y casi siempre sale ganando. Al tiempo.
