Por: Chano Rangel
Ya pasando las lluvias, las cosas en política, se pueden poner color de hormiga, apenas comienza el movimiento real de la política doméstica, y se vuelve real los pronósticos que la competencia estará muy cerrada en esta parte del país.
Los números de Xóchitl y Sheinbaum son cerrados en esta parte del país, la hidalguense saca ventaja en el norte, por eso se vuelve una competencia seria y cerrada, claro la estrategia desde Palacio Nacional es hacer pensar a la población, que Claudia es inalcanzable y que el triunfo está asegurado.
Pero los números fríos y reales, de empresas serias y responsables, dan solo 5 puntos de ventaja a la morenista, sobre la representante del Frente Amplio, eso no se ha movido, pero estas encuestas quedan marginadas, cuando se despliega desde Palacio toda la maquinaria mediática, para influir en el consciente colectivo.
La disputa por los distritos se da de manera brutal, sobre todo en aquellos donde la reelección ya no es posible, como el caso de Matamoros y Reynosa II, donde ni la suplente de Adriana Lozano podrá reelegirse y Olga Juliana Elizondo, tampoco aparecerá en la boleta del próximo año.
Así mismo se da por enterado, que por ejemplo Armando Zertuche, que se la jugó con Marcelo Ebrard, no pueda ocupar un espacio de elección popular, aunque el busca afanosamente a su ahijado José Ramón Gómez Leal, para que lo salve de la quema. Es sabido que ha sido expulsado del paraíso y no cuenta ya con los apoyos del morenísimo en Reynosa, y la entidad, a tal grado que los espacios de operación los están ocupando los miembros del partido Verde.
Con esta aparición el Verde, también tendrá que redefinir su participación, aunque se quiera hacer el grande, no lo es, Luis Manuel Iglesias, tiene muchas ganas en Reynosa, pero la competencia que viene es de gran calado, donde la experiencia se hace necesaria. Otro miembro del partido del tucán es el diputado Juan González Lima, que tampoco cuenta con experiencia en operación política de ninguna índole, y esa puede ser una diferencia abismal en caso de una competencia cerrada y de mucho rose político.
Desde este punto de vista los escenarios se vuelven más complicados para los dos frentes de batalla, por consiguiente, se tendrán que poner pilas a la hora de tomar las decisiones, en el PAN, como se sabe, las atribulaciones se las toman un solo grupo, al que no le interesa ganar o perder, si no que les vaya bien financieramente, porque si tratara de triunfos, no ganan ni en una competencia de kínder de iglesia.
Pero el PRI, ha levantado la mano, con el liderazgo de Carlos Solís, ha mantenido firme su postura, irán también con perfiles probados y competitivos, algo de lo que carece en panismo, en Reynosa y Matamoros. Y es ahí donde la participación del priismo se vuelve solida e importante.
La galvanización de la política nacional, la intervención directa del presidente en una elección presidencial es un hecho que puede ser un arma de dos filos, por una parte, puede alentar a los seguidores de la 4T, a echarle todas las ganas y por otro alentar a la sociedad civil a salir a votar el próximo junio de 2024, y cuando esto pasa, el partido en el gobierno pierde las elecciones.
Pero apenas comienza de norte a sur, y de oriente a poniente, las cosas se están pintan donde de tonos oscuros, rojos, grises y azules, el naranja al parecer ya perdió toda la fuerza, lo ganado en unos años, lo han tirado a la basura por la ambición desmedida de su líder de facto.
Falta tramo por recorrer, lo que viene es el juego real de las decisiones que culminaran en el 2024.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Hay juego político en el sur, ciudad Madero se ha convertido en un juego de perfiles, por una parte, el edil, Adrián Oseguera, ya se va, por ley no puede competir, salvo algún puesto distinto, y su lugar tendrá que ser ocupado por el candidato ganador de la próxima contienda.
Se vuelve interesante cuando se analizan los números de la última contienda, ahí el Frente gano la contienda, y el candidato panista a la gubernatura salió victorioso junto al Puerto de Tampico.
Hay un gallo que tiene ya tiempo trabajando, Andrés González, abogado de profesión y magistrado del sur de Tamaulipas, su carrera lo ha llevado con decoro, claro también tiene adversarios políticos, y quien no los tenga, que se invente uno dice el libro de Maquiavelo.
El abogado maderense, ha puesto toda la maquinaria a trabajar, el Frente Amplio, tiene en el a un verdadero perfil competitivo. Pronto se deshojará la margarita.