AL VUELO/ Antifaz

Por Pegaso

Andaba yo volando allá, cerca de la estratósfera, viendo cómo toda la raza se dispone a entrar a la Nueva Normalidad, bajo un cálido clima primaveral que anticipa un verano ardiente.

Y si el coronavirus nos ha obligado a usar tapabocas, júrelo usted que el calor nos obligará a usar taparrabos.

Pero en fin.

Siguiendo con el álgido tema de ayer, comentaba que la estabilidad del vecino país del norte se le está yendo de las manos al gobierno nazi de El Trompas.

Hacía referencia al sinnúmero de grupos de derecha radical que han invadido todo el territorio gringo.

La intolerancia campea en las calles y plazas públicas, tras la muerte del afroamericano George Floyd, un ex guardia de seguridad y ex deportista que intentaba pagar con un billete falso, arrestado por un policía con cara de perro chato y muerto ahí mismo, asfixiado por la presión que ejercía el cumplido agente de la ley sobre su cuello.

Durante la semana pasada han ocurrido incontables disturbios callejeros, vandalismo, quema de patrullas y enfrentamientos con la policía en las principales ciudades de ese país.

El Trompas debía estar asustado de lo que ha causado su ejemplo de racismo y odio hacia las minorías, pero parece que para él es un show más de los que está acostumbrado.

Pero ¡ojo!

Las escenas que he visto en las últimas horas revelan una terrible advertencia. Sujetos y sujetas enmascarados, muy al estilo de la película “The Purge” (Titulada en español: 12 Horas para Sobrevivir. Año de estreno, 2013. Director: James DeMonaco. Protagonistas: Ethan Hawke, Lena Headey, Max Burkholder y Adelaide Kane).

El argumento de ese largometraje es que un día, durante una noche, doce horas, el Gobierno de los Estados Unidos permite que la gente salga y cometa los crímenes más atroces, desde violaciones y asesinatos hasta descuartizamientos.

Todo es válido en ese espacio de tiempo. Es como una válvula de escape porque en el resto del año todos se portan gentiles y los índices delictivos han bajado hasta casi desaparecer.

Fotografías del vandalismo desatado por los grupos minoritarios de negros, hispanos y basura blanca (blancos pobres o Withe Trash) me remiten a algunas escenas de la película arriba citada.

Recién leí también en un artículo que El Trompas prepara un decreto para considerar como terroristas a los integrantes de un grupo que está en contra de la intolerancia y el racismo.

Se hacen llamar “Antifaz”. Es un juego de palabra que alude a una máscara que cubre parte de la cara, pero también es un apócope de anti fascista.

Un amigo personal a quien admiro mucho, Alberto González Karam, destacado economista, me hacía ver que los movimientos sociales, como el que parece que se está gestando en Estados Unidos para derrocar al sátrapa, o por le menos, evitar que se reelija, requieren de cuatro elementos para ser efectivos y tener éxito:

-Estructura de organización y Dirección.

-Oferta Social, Económica y Política.

-Liderazgos Nacionales, Estatales y Municipales, y

-Mayoritaria Capacidad de Movilización Social.

Los elementos los hay, así que si El Trompas está leyendo esta columna ahora, es necesario que se esconda bajo la mesa Resolute para evitar que la raza encabronada entre a la Casa Blanca y lo cuelgue de los huevos.

Como ocurrió en la Francia de los Luises, donde enardecidos revolucionarios entraron a la fuerza al castillo de Versalles, sacaron al botijón monarca y lo llevaron a la guillotina.

Y todavía salió de la cocina María Antonieta, su esposa, preguntándole a su viejo qué quería toda esa gente.

“Tienen hambre”,-le respondió uno de la servidumbre y ella simplemente contestó: “Pues que coman pasteles”.

Por cierto, acuso recibo del mensaje que me envió otro buen amigo, el contador Víctor Olvera, quien me dice que es mi lector número 4.

Enhorabuena.

Si alguien más desea felicitar, saludar, reprochar, criticar, condenar o vilipendiar parte o todo el contenido de esta columna, les dejo mi número de WhatsApp: 8992281623 o mi correo electrónico: jerryzu62(arroba)hotmail.com. Recibiré sus comentarios con gusto.

Va el entretenido y didáctico refrán estilo Pegaso:“Abstente de enjutarte, sección añosa de tejido epitelial, puesto que deseo utilizarte para elaborar un instrumento de percusión”.  (No te arrugues, cuero viejo, que te quiero pa’ Tambor).

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