AL VUELO/ Cantinflología

Por Pegaso

Apoltronado en mi mullido y cálido cumulonimbus, ahora que el invierno nos está dando una chancecita de recuperarnos del frío, recordé la pregunta que uno de mis cuates me hizo el otro día con relación al certamen virtual que ésta cotorra columnilla estará haciendo entre los candidatos de los distintos partidos políticos, una vez que empiecen las campañas.

¿Por qué ahora se premiará al que diga la mejor cantinfleada? ¿Por qué no seguir con la tradición de estimular al político de lenguaje más florido, rústico o majadero, como en el proceso anterior?
-Bueno-, le contesté. Yo admiro mucho al mimo mexicano Mario Moreno «Cantinflas» y me pareció simplemente que sería buena idea otorgar ahora la codiciada estatuilla «El Pegaso de Oro» a quien demuestre tener la mejor y más cantinflesca habilidad para dirigirse a los electores.

Luego de profundizar un poquito en lo que significa en realidad el término «cantinflear», me encuentro con la definición que le da la Real Academia de la Lengua Española que a la letra dice:

Hablar o actuar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada con sustancia.

La Real Academia incorporó la palabra «cantinflear» en 1992, como un homenaje al personaje mexicano del peladito urbano.

Dícese que Mario Moreno actuaba en una carpa de una colonia en la capital del país, causando hilaridad entre el selecto público por su forma graciosa de hablar.

Entonces, entre los asistentes, se levanta un hombre y le grita: «En la cantina te inflas», y así surgió el epónimo, con la contracción de las dos palabras.

Pero al incorporar la palabra «cantinflear», el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española abrió la Caja de Pandora e inició toda una nueva disciplina que de manera no oficial se dedica a analizar la semántica de sus derivativos: La Cantinflología.

Existen páginas enteras de Internet creadas únicamente para las conjugaciones del verbo cantinflear.

Tenemos, el tiempo simple presente en modo indicativo: Yo cantinfleo, tú cantinfleas, él cantinflea, etcétera.

El Pretérito Imperfecto: Yo cantinfleaba, tú cantinfleabas, él cantinfleaba.

El Pretérito Perfecto Simple: Yo continfleé (no cantinflié), tú cantinfleaste, él cantinfleó.

El Futuro Simple: Yo cantinflearé, tú cantinflearás, él cantinfleará.

El Condicional Simple: Yo cantinflearía, tú cantinflearías, él cantinflearía.

Pretérito Perfecto Compuesto: Yo he cantinfleado, tú has cantinfleado, él ha cantinfleado.

Pretérito Pluscuamperfecto: Yo había cantinfleado, tú habías cantinfleado, él había cantinfleado.

Pretérito Anterior: Yo hube cantinfleado, tú hubiste cantinfleado, él hubo cantinfleado.

Futuro Compuesto Perfecto: Yo habré cantinfleado, tú habrás cantinfleado, él habrá cantinfleado.

En modo subjuntivo, tiempo Presente: Yo cantinflee, tú cantinflees, él cantinflee.

Pretérito Imperfecto: Yo cantinfleara o cantinflease, tú cantinflearas o cantinfleases, él cantinfleara o cantinflase.

Futuro Simple del modo subjuntivo: Yo cantinfleare, tú cantinfleares, él cantinfleare.

En cuanto a la forma, ejemplos de imperativo son: Cantinflea, cantinfleen, cantinflead.

El infinitivo del verbo es cantinflear, el participio es cantinfleado y el gerundio, cantinfleando.

Se dice que uno es cantinflesco cuando habla de manera precipitada sin decir nada.

Así que, changuitos y changuitas, hay momentos en la vida que son verdaeramente momentáneos, porque los momentos pasan y los minutos también… y luego hasta los segundos. Y aluego, de segundo en segundo, agarra uno el segundo aigre. Ahí está el detalle, chato.

Los dejo con la siguiente cantinfleada, pero al estilo Pegaso: «Alguna circunstancia negativa posee el empleo remunerado, de lo contrario, los miembros de las clases económicamente pudientes lo habrían monopolizado».(Algo malo debe tener el trabajo, o los ricos ya lo hubieran acaparado).

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