AL VUELO/ Pendejadas 

Por Pegaso 

Ahora que estoy con poco trabajo en mi búnker, me aventé un clavado en el borrascoso mar de la Internet para hallarme de pronto con una bonita colección de pendejadas de nuestro muy recordado expresidente Henry Rockhill Grandchild, también conocido como Enrique Peña Nieto. 

Van: 

-PEÑA SEÑORA DE LA CASA: ¿El kilo de tortilla?… ahora sí. No soy la señora de la casa. 

-PEÑA REFRESQUERO: Pues es inaugurar esta planta de la industria refresquera que es el refresco del Presidente Peña Nieto: Peña-Fiel, ja, ja, ja. 

-PEÑA MATEMÁTICO: Estamos ya por bajar acá, en Oaxaca, estamos a… a un minuto de aterrizar… A menos, yo creo como a 5 minutos. 

-PEÑA CUMPLEAÑERO: Esos son mis deseos a un día de cumplir mis 50 años, el quinto piso. 

-PEÑA GRAMÁTICO: Y tenga una buena cálida y acogida recibida… una cogida… que sea bien recibido aquí, en la región de los Tuxtlas. ¡No fue albur, no sean así! 

-PEÑA NUTRIÓLOGO: Finalmente les comparto: Yo soy un consumidor de sus productos. Un consumidor cotidiano. Puedo decir que el Presidente de la República toma Coca Cola todos los días. Coca Cola light. 

-PEÑA LECTOR: Quiero recordar el nombre del título del libro… Hay uno que después salió que eran las mentiras sobre el libro de este libro. La verdad es que cuando leo los libros me pasa que luego no registro del todo el título. 

-PEÑA GEÓGRAFO: Estamos aquí, en el Estado de Monterrey. 

-PEÑA GEÓLOGO: Cuando sientes un temblor que nadie más sintió, pero pocos sintieron. 

-PEÑA CONSTRUCTOR: Y estamos seguros que un País se construye construyendo. 

¡Ahhh, qué tiempos aquellos!  

Nadie me dejará mentir, pero todos los días estábamos pendientes de los eventos de Peña Nieto para ver qué nueva pendejada decía. 

Entonces, vivíamos en una República que, aunque no amorosa, sí era jocosa, y cada vez que el Presidente hablaba y la regaba, nosotros nos desternillábamos de la risa. 

Yo he notado algo en el Gobierno del actual Pejidente ALMO. Durante el primer año y cachito se descosió, compitiendo de tú a tú con Peña Nieto en cuanto a chistoretes, babosadas y ocurrencias se refiere. 

Pero de unos meses acá, como que se ha cuidado mucho cuando aparece en público. 

Algún asesor debió darle salutíferos consejos que sí tomó en cuenta, porque generalmente a todo mundo lo manda a la chingada. 

Tanto así que yo no recuerdo la última ocurrencia presidencial, me cae. 

Después de calificar a la prensa de fifíes y a los ricachones como neoliberales y conservadores, se le ha visto poco chispeante.  

Diría que fue un ALMO antes de la pandemia y otro después de la pandemia, si consideramos que el coronavirus ha sido el parteaguas en su desempeño público.  

Como que perdió el encanto, la chispa, el feeling.  

Le pasó lo mismo que a Austin Powers en la tercera parte de la película del mismo nombre (Austin Powers in Goldmember; estrenada en 2002. Director: Jay Roach. Protagonistas: Mike Myers, Beyoncé Knowles, Michael Caine, Seth Green, Michael York y Verne Troyer), cuando el Dr. Malito, Mini me y Goldmember le roban el “mojo”. 

De todas maneras, yo me quedaría con Peña Nieto. 

Nadie como él para cagarla con estilo.  

Por eso aquí nos quedamos con el refrán estilo Pegaso: “Únicamente las reminiscencias prevalecen”. (Nomás los recuerdos quedan). 

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