Esta victoria “es simplemente enorme, increíble”, afirmó visiblemente emocionado en los Campos Elíseos, ante la mirada de su pareja y de su hija pequeña, sin quienes “no habría podido hacerlo” y agradeció también a su equipo: “Teníamos un plan y lo seguimos”.
Espectacular, rápido y agotador para los 135 supervivientes, en su edición 109 el Tour deja un nuevo récord de velocidad media (42 km/h), la intensidad de las batallas diarias y por ser la derrota del esloveno Tadej Pogacar, vencedor en las pasadas dos ediciones.
A sus 25 años, Vingegaard es el primer danés que se consagra en la máxima prueba del ciclismo mundial desde Bjarne Riis, en 1996. Respaldado en su equipo, superó por 3 minutos y 34 segundos a Pogacar, segundo en la clasificación general.
Vingegaard, ex trabajador de una fábrica de pescado en Dinamarca y segundo en el Tour del año anterior, destronó a Pogacar con memorables exhibiciones en las montañas.
Van Aert, decisivo en varias ocasiones, salvó a Vingegaard de la confusión en la etapa del pavés, fatal para Primoz Roglic, el otro líder del equipo Jumbo.
El danés ha aprendido a ganar y a superar su vulnerabilidad a nivel mental, ganando la admiración de sus compatriotas.
Además del maillot amarillo, Vingegaard se llevó el de lunares a mejor escalador, mientras Van Aert obtuvo el verde de la clasificación por puntos. El blanco, el de mejor joven, fue para Pogacar.
Jasper Philipsen ganó la última etapa en las calles de París, dominan-do un sprint en los Campos Elíseos, por delante de Dylan Groenewegen y Alexander Kristoff. El colombiano Nairo Quintana fue sexto.
La holandesa Lorena Wiebes dominó un sprint para llevarse la victoria en la primera etapa del Tour femenino, que ha vuelto tras una ausencia de 33 años. La carrera de ocho tramos, que culminará el 31 de julio, pretende convertirse en una prueba fija en el calendario.
