El regreso de Geño

Por Oscar Díaz Salazar

A diferencia de lo que sucede en la rama de las matemáticas conocida como álgebra, en donde el orden de los factores no influye en el resultado (ley conmutativa) en el español ordinario si hay diferencias, a veces muy grandes, al invertir el orden de las palabras.

Me acordé de esta ley conmutativa al ver los esfuerzos que realiza el aparato propagandístico al servicio del ex gobernador Eugenio Hernández Flores, para igualar o invertir las palabras que lo definen, con el propósito de pasarlo de la categoría de político preso, a la de preso político.

Al Geño Hernández lo quieren presentar hoy como víctima de una conjura política, una venganza del ex gobernador Cabeza de Vaca, que lo llevó a permanecer por varios años encerrado en un penal.

Hoy nos dicen que el Geño Hernández fue encerrado por cuestiones políticas, pero creo que tiene más de cierto decir que fueron cuestiones políticas las que permitieron su salida del Penal (o como sea que hoy se llamen las carceles).

Eugenio Hernández tiene varios asuntos pendientes con la justicia norteamericana. Hay una petición de extradición pendiente.

Entiendo que en ese ánimo de reivindicarlo es que pretenden hacerlo candidato. Más de un ex presidiario ha recorrido esa ruta que les permite pasar, en el recuerdo de sus vecinos, como el político y preso político, y borrar la imagen de delincuente o presidiario sin más adjetivos.

Su paso por el gobierno, su simpatía y su generosidad (con el dinero público) le permitió neutralizar la fama que tenía de ser él mariguano del pueblo, el locochón del barrio, el «amigo» del gobernador y otras características de su personalidad y trayectoria, para ser recordado por los detalles de generosidad que tuvo con mucha gente y por su reconocida simpatía… Tenía la gracia característica de los bandidos.

No acostumbro escribir sobre los políticos que ya no están en la vida pública; lo hago con Geño porque «sé, bien que sé» (como decía su patrocinador Yarrington) que hoy quieren reactivarlo y reivindicarlo, y la ruta que están diseñando para su regreso a la política es la candidatura a senador por el Partido Verde.

Afirmo que en el gobierno de Eugenio Hernández hubo tantos abusos, transas y arbitrariedades, como las que padecimos con la Vaca Salvatrucha, pero el Geño tuvo el acierto de subcontratar las maldades en sus colaboradores, particularmente en el Negro Gamundi.

En otra ocasión les platicaré sobre la operación del gobierno geñista, la maña y la policía, para entregar el gobierno de Reynosa al PRI y al crimen organizado.

Termino diciendo que si Geño declara que no tiene rencores en su regreso a Tamaulipas, -entiendo que a la vida pública-, eso no significa que quienes fueron agraviados por su gobierno, estén libres de rencores.

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