EN SINTESIS/ POR MARIO ALBERTO LONGORIA GOMEZ

LA REALIDAD DEMOCRATICA

Escuche hace algunos días en un programa de televisión, a un prestigiado intelectual LUIS RUBIO, quien señaló entre otras cosas, el tema de las encuestas o sondeos de opinión. La idea del connotado intelectual es que ahora como resultado de las encuestas y ante la alta incidencia de indecisos, surge una figura a saber cómo “EL VOTO OCULTO”, es decir un voto que no se sabe qué final tendrá.

Por un lado, expresa RUBIO, que para morena NO ES EL VOTO OCULTO, pues los seguidores y quienes creen en Morena, son personas muy identificadas y con cierto una idea clara de en donde están y con quien van en la contienda, sin embargo opina el citado personaje, que tampoco el voto oculto será para ANAYA y su Frente ciudadano, puesto que ahora se tiene la idea de que mucha gente encuestada no quiere manifestar la intención de su voto ya que al votar por el PRI lo consideran no ser políticamente correcto, luego entonces ese 40 por ciento de indecisos, es muy probable que muchos voten por el PRI Y el primero de julio se observen resultados muy distintos a lo que se viene especulando hasta ahora.

En ese orden de ideas, tenemos también en los procesos electorales un fenómeno sociológico importante a saber, la aparición de los votos nulos.

Los cuales rebasan después de los cómputos a los candidatos que obtuvieron las menores votaciones.

Resulta increíble que muchos ciudadanos se preparen para ir a votar, para ejercer su prerrogativa de emitir un sufragio, y el día que están frente a la urna, ponen frases como Cantinflas, el santo, anulo mi voto, no me gusta ninguno, Váyanse todos al…. (palabra altisonante) y expresiones más fuertes, que demuestran el hartazgo de la ciudadanía. Hoy en día no existe una clara explicación de por qué votar, anulando el voto de manera deliberada.

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