Gattás y la no reelección

Por Oscar Díaz Salazar

Muchos son los factores por los que el presidente municipal de Victoria, Eduardo Gattás, no podrá lograr la reelección.

Porque no ha hecho un buen trabajo, porque no es de pedigree, porque ya no cuenta con el apoyo de los grupos y/o actores políticos que tuvo antes, porque ya el municipio no vive la situación extraordinaria de tener un gobernador ajeno, porque ya se restauraron los controles de las familias y grupos tradicionales de poder, porque es un golpeador en una época que condena el machismo, porque no tiene relaciones con los dirigentes nacionales del partido, porque ha afectado considerablemente los intereses de los trabajadores del municipio, porque le tocó la crisis del agua, porque no es carismático, porque de moreno lo único que tiene es el color, porque le documentaron que conduce una «carmoneta» suministrada por patrocinadores cuya fortuna ha estado en entredicho, porque se filtró que hizo tratos con la Vaca Salvatrucha y con El Truco, porque (aunque sea políticamente incorrecto decirlo) es un naco, porque el jefe de los morenos tamaulipecos tiene una docena de candidatos, por lo menos, al mismo cargo, porque cayó de la gracia del señor de palacio y ya solo es convocado a los actos que señala la institucionalidad, porque la ciudad está sucia, porque la capital tiene muchos baches, porque no hay obras, porque está esperando que el gobernador le haga la chamba con ese Fondo de Capitalidad que no le quisieron dar para que lo administrará, porque no le tienen confianza, porque no retrata bien (todo cuenta), porque no tiene buen discurso, ni buen rollo, ni buena dicción, ni buenas cuerdas bucales, porque dice y hace muchas tonterías: amenazas a periodistas, auto elogios, misas, campañas de difamación en redes sociales, porque si en su oportunidad muy pocos querían la candidatura de morena, hoy los aspirantes se cuentan por centenas, porque no tiene nexos con los precandidatos a la presidencia de la república, porque no tiene padrinos que puedan conseguirle la candidatura, porque tiene varios familiares incómodos, porque no se ve mejoría alguna en los temas que le son propios al gobierno municipal, porque no integró a la administración municipal a los cuadros políticos de los partidos que lo postularon Morena, PT y Verde, porque hasta los muy creyentes saben que es un fariseo, que pretende lucrar políticamente con su fingido apego a la religión

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