LOS HECHOS/ POLITIQUEAN CON LA TRAGEDIA

POR José Inés Figueroa Vitela

La oposición celebró por todo lo alto la “desaparición” de cuatro ciudadanos norteamericanos en la Ciudad de Matamoros el pasado fin de semana.

A través de redes sociales se mando difundir el tema y darle vuelo con réplicas entre los abonados de su patrón y él mismo hizo lo propio para mimetizarse entre los instrumentos de la campaña.

Son hechos que aún están en investigación y jornadas permanentes de búsqueda, por las autoridades de los tres ordenes del gobierno mexicano, en colaboración con las autoridades norteamericanas, trabajan arduamente.

Lo que se sabe, dijeron ayer el Fiscal de Tamaulipas IRVING BARRIOS y el Secretario de Seguridad Pública del Estado SERGIO CHAVEZ, en conferencia de prensa, es que el viernes fue asesinada una mujer y privados de su libertad con violencia, las personas aquellas.

Tripulaban una camioneta con placas de Carolina del Norte y en el interior se encontró una identificación, entre otros documentos e indicios incluidos, que son procesados en las carpetas de investigación respectivas.

De los hechos se dio parte de inmediato a las autoridades norteamericanas, ante la presunción del origen de los “desaparecidos”, propiciando el intercambio de información al más alto nivel entre Gobierno del Estado, la Secretaría de Relaciones Exteriores y la  Embajada de Estados Unidos en México.

Participan en la búsqueda el Ejército Mexicano, la Marina Armada de México, la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, la Comisión Nacional de Búsqueda, Guardia Nacional, Guardia Estatal, la Comisión de Búsqueda de Personas Tamaulipas y la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas las cuales se mantienen hasta ahora y continuarán por los próximos días, abundó el Fiscal.

La instrucción del Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, complementó el Secretario de Seguridad del Estado, ha sido el de llevar las investigaciones y búsqueda hasta sus últimas consecuencias.

El compromiso es localizar a los ciudadanos, esclarecer los hechos y dar con los probables responsables.

De casos similares está plagada la historia; la diferencia es que ahora los partidos de la oposición en México y en particular el PAN y más en particular los cabecistas, andan tratando de sacar raja política de la tragedia.

Es la única forma que han encontrado para intentar desviar la atención de los tantos delitos que cometieron y siguen cometiendo, en contra de los ciudadanos tamaulipecos, como si con ello pudieran conjurar el mal humor social que provocaron con su errático, corrupto e impune ejercicio del poder estatal.

Todavía van a tener que explicar de donde salieron y cuál era el destino final de los dos millones de pesos en efectivo que incautaron las autoridades neolonesas, a un par de sujetos que dijeron iban a entregar al Tesorero estatal del PAN y suplente en el Congreso Local del dirigente de ese partido LUIS RENE CANTU GALVAN.

Ello, adicional a las tantas denuncias que existen por las irregularidades, desvíos y saqueo del presupuesto cometido durante el pasado sexenio estatal y de las que, ha estado retardando la acción de la justicia, el Fiscal Anticorrupción RAUL RAMÍREZ, amparado por el mismo Juez Federal que ha tendido un manto de impunidad a favor de esa pandilla.

Ello, en lo que tiene que ver con la agenda pública doméstica, pero también en el plano internacional, la desaparición de los cuatros norteamericanos en Matamoros, júrelo, escalará a los escaparates de la cámara de representantes norteamericanos.

Allá, el debate hoy, es en torno a la propuesta que un legislador tejano y otro de Florida hicieron, para autorizar a su Presidente, JOE BIDEN, a hacer uso de las fuerzas armadas para perseguir a los grupos delincuenciales mexicanos, por introducir a su territorio drogas derivadas del fentanilo, que han matado a miles de connacionales.

El intento por justificar la incursión de agentes armados norteamericanos a territorio mexicano, endosando títulos de “terrorismo” al actuar de las bandas delincuenciales que aquí derraman sangre y allá esparcen estupefacientes, no es nueva.

La pretendida estrategia que inició con la dotación de armas y numérico a las distintas bandas, para animar la sangrienta guerra, que ha cobrado la vida de decenas de miles de mexicanos en más de una década, hasta titulo tuvo en los programas del gobierno vecino: Rápido y Furioso.

Ahora, igual, pareciera que son los intereses electoreros de las fuerzas políticas en pugna, dentro de los Estados Unidos, las que animan ese giro intervencionista que ya empezaron a rechazar los representantes de los mexicanos en las Cámaras de la Unión.

Si en el origen no estuvieron relacionados, eventualmente, en el destino, el caso Matamoros sí puede asociarse no solo con la politiquería barata de los enemigos de los tamaulipecos, sino con el mismo orden internacional.

Por eso resulta imperiosa la necesidad de que los hechos del pasado viernes en la frontera tamaulipeca se esclarezcan totalmente, se establezca exactamente, de dónde vinieron y a dónde fueron a parar las personas sustraídas, así como el móvil de los hechos.

En el PRI tamaulipeco, finalmente la exsecretaria general pudo hacerse de la Presidencia del Comité Estatal y ayer que como tal, juntó a los secretarios y dirigentes de las organizaciones adherentes, les pidió trabajar “en unidad y reconciliación”.

Quién sabe si eso sea posible, desde la base de que para llegar al cargo, MAYRA OJEDA primero acusó al anterior dirigente de violencia política, luego lo hizo con el interino y hasta con ALITO MORENO, el dirigente nacional.

Como quiera, solo quedan unos meses de la gestión que va a terminar en su ejercicio y el PRI, en su alianza con el PAN, está en la rayita de brincar para atrás el umbral del 3 por ciento, con lo que perderá registro y prerrogativas públicas, su último atractivo.

Ahora sí que, “como dijo aquel”, lo

 

 

único bueno que le va quedando al PRI, es su estacionamiento.

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