AL VUELO/ Júniors 

Por Pegaso 

¿Cómo se dice júnior en japonés? 

-Sakatumoto Ichoka. 

No debería hacer chistes sobre una tragedia como la del domingo pasado en la autopista México-Cuernavaca, donde siete jóvenes perdieron la vida en un trágico choque cuando conducían sus motocicletas a alta velocidad, pero la verdad, se antoja hasta absurdo que ocurran ese tipo de cosas. 

Los medios de comunicación empezaron a criticar el hecho de que el reglamento federal de tránsito es letra muerta en cuanto a que muy seguido se ven caravanas de motociclistas circular por las carreteras sin contar con la debida protección. 

“Íbamos echando carreritas a 250 kilómetros por hora”,-dijo uno de los chavales sobrevivientes de la salvaje coalición. 

Tal vez inspirados por los personajes de películas como “Rápidos y Furiosos” (Fast and Furious, por su título en inglés. Estrenada en 2001. Director: Justin Lin. Protagonistas: Vin Diesel, Paul Walker, Michelle Rodríguez, Jordana Brewsler, John Ortiz, Gal Gadot y Sung Kang), aquellos mozalbetes hijos de papi agarraron sus motos y se lanzaron a competir a ver quién era el más chingón, sin importarles su propia vida y la seguridad de los demás. 

En primer lugar, el Reglamento Federal prohíbe que caravanas de vehículos motorizados circulen sin contar con un permiso previo, con lo cual se asegura que puedan hacerlo con total seguridad y sin causar daños a terceros, así como que el operador va en perfectas condiciones físicas, sin el influjo de bebidas alcohólicas o drogas. 

También está prohibido que los conductores realicen competencias de velocidad o aceleraciones en vías federales. 

Desgracias como esta siempre sacan a relucir las deficiencias, porque como se dice, “a toro pasado” se pueden ver mejor. 

La verdad es que no conocí a los motociclistas, pero me imagino que la mayoría eran júniors y júniars, puesto que esos vehículos son muy caros para que cualquier hijo de vecina pueda comprarse uno, aunque sea de Elektra. 

Nadie puede dudar de la peligrosidad de un armatoste como esos. Hace varios años, una amiga periodista sufrió un aparatoso accidente carretero cuando iba a bordo de su scooter. El responsable se dio a la fuga y ella quedó con graves traumatismos que hasta la fecha la mantienen en condición de movimiento muy restringido. 

Ahora, ¡imagínense cuando van a 250 kilómetros por hora! 

Lo que me pienso que va a pasar ahora es que las autoridades de CAPUFE o la Policía Federal se pondrán a hacer su tarea y buscarán la manera de aplicar con mayor rigor el Reglamento. 

Porque un vehículo en manos inexpertas, según la ley, equivale a un arma. 

A 250 kilómetros por hora, una motocicleta es como un misil de una tonelada. 

Sólo Vin Diesel y Paul Walker son capaces de hacer todo tipo de acrobacias y evoluciones a lomo de estos bólidos. 

No me hagan caso, pero si las autoridades no se ponen pronto a hacer su chamba, seguirán ocurriendo este tipo de eventos, ya que como es sabido, se producen por contagio. 

Recordad que cuando aparecieron los primeros socavones en la Ciudad de México, en los días siguientes ya teníamos socavones en todo el país, inclusive en Reynosa. 

Y cuando se cayó el metro, en todas las ciudades donde hay este tipo de transporte los encargados de la seguridad se pusieron las pilas y revisaron hasta el último tornillo. 

Por lo pronto, vámonos con el refrán estilo Pegaso: “Suspendidos los signos vitales del infante, a rezanar la hoquedad”. (Muerto el niño, a tapar el pozo). 

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