LOS HECHOS/ CELEBREMOS CANTINFLEANDO

POR José Inés Figueroa Vitela

Una cosa es entrarle a la tradición de los juegos de palabras, para no decir nada, herencia del inmortal CANTINFLAS y otra mentir, deliberadamente, pretendiendo ocultar ineficiencias y complicidades punibles.

Si aún existiera, el Auditor Superior del Estado se haría acreedor, como ganador aventajado, del premio “Lágrimas, Risas y Amjor”, o al de la Chimoltrufia, por aquello de que como dice una cosa, dice otra, tenga o no tenga razón.

Todo eso movería a más hilaridad, si no fuera por las tragedias que entraña, el ejercicio de un servidor público desleal a sus responsabilidades y facultades conferidas.

El sarcasmo y atropello, con que se ha conducido frente a diputados y periodistas, se le acabó a JORGE ESPINO AZCANIO, cuando ayer fue al Congreso a desmentirlo la víctima de los acosos sexuales y laborales, que el día de la víspera él dijo había apoyado en sus denuncias.

El extitular administrativo de la ASE, acosó a la joven, y cuando fue a denunciarlo ante el titular y la Fiscalía General de Justicia del Estado, no pasó nada, sino hasta después de un año, que fue a buscar el apoyo de la diputada morenista CASANDRA DE LOS SÁNTOS FLORES.

Cuando el escándalo salió de las paredes de la auditoría y la fiscalía cómplices, fue cuando finalmente se decidió correr al victimario, aunque antes y después del suceso denunciado, ya había y siguió acosando empleadas.

El Auditor Superior, no solo faltó en eso, al juramento de decir verdad, durante la comparecencia ante los diputados, que inició el martes, se siguió ayer y hubo de prolongarse hasta este jueves, sencillamente porque aquel no ha mostrado los primeros documentos que le requirieron en la Comisión de Vigilancia.

Tan solo con las 24 cuentas de los poderes del estado, entes y ayuntamientos, donde los parientes del ex metieron la mano, correspondientes al 2 mil 21, aprobadas cuatro semanas después de su presentación, el Audiror Superior se quedó “atorado”.

Primero pidió que se lo solicitaran por escrito, porque no llevaba los documentos que le estaban requiriendo; al segundo día que se le concedió para atender el mandato, contabilizó “sólo tres horas hábiles”, para justificar el incumplimiento y pidió 15 días… los diputados le concedieron otras 24 horas, hasta este jueves por la tarde.

ESPINO no tiene la forma de explicar cómo fue que en cuatro semanas revisó y determinó que no había delito qué perseguir en las cuentas de FRANCISCO JAVIER “N” y sus cómplices y se resiste a entregar los expedientes, porque no los tiene, o teniéndolos, llevan constancia del saqueo al Estado.

Todos, absolutamente todos los Secretarios del nuevo gobierno, al llegar encontraron oficinas saqueadas, programas desviados, presupuestos perdidos, tráfico de influencias, aviadores, precios adulterados, bienes obras y servicios simuladas, pagadas, sin haberse entregado.

De pelos y señales están colmadas las relatorías de la glosa del primer informe del gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, publicadas en los medios de comunicación y en la gaceta parlamentaria de la propia representación popular.

De nada de eso se dió por enterado el Auditor Superior, como tampoco encontró un lápiz mal puesto, mientras la Auditoría Superior de la Federación, observó inconsistencias por cerca de 18 mil millones de pesos, en lo que va revisado de la gestión estatal cabecista.

Justificación, tras justificación, mentira, tras mentira.

“Que el 80 por ciento del presupuesto de Tamaulipas es de origen federal y eso él no puede auditarlo”.

¡Miente!; la ecuación más o menos sí corresponde, pero la asignación federal al Estado es auditable, en lo local, como recursos de libre disposición; lo que no entran son los fondos de los programas federales que llegan por otras vías.

No están en el presupuesto del Estado.

Que no puede afirmar o rechazar las acusaciones contra el anterior gobierno estatal, “porque todavía falta de calificar la cuenta pública de los cuatro meses” que no alcanzó a aprobarles porque todavía no estaban disponibles.

Repitiendo eso se escabulló cada que se le preguntó al respecto, así por los diputados, como con los reporteros, reivindicando su condición de “tapadera” cómplice.

¿Que no se pueden abrir cuentas del pasado?… pregúntenle al ex alcalde de San Carlos que, diez años después de haber ejercido el cargo, habiendo entregado sus cuentas en tiempo y forma, fue el primero en meter a la cárcel, para estrenar ese sistema de presión y coerción, con el que el exgobernador dispuso de las instancias jurisdiccionales para someter adversarios, ejecutar venganzas y despojar a particulares.

Cada que se le cuestionó por las irregularidades manifiestas de sus correligionarios -con un “cuac cuac” negando su condición “patuna”-, el Auditor igual pretendió justificarse. en el hecho de que “solo un porcentaje de los manejos se revisan en las auditorías” y por eso, puede haber faltas sin detectar.

Más aún, intentó lanzarle la pelotita al Fiscal anticorrupción por no actuar, a la Secretaría de Finanzas por no recuperar los dineros que dice ya ordenó su resarcimiento y a los órganos de control interno, por no detectar lo que él tampoco hizo.

“Ellos sí están en tiempo real auditando a los entes públicos; si no han detectado las irregularidades que dicen se han cometido, es porque no hicieron lo que deberían haber hecho”, proclamó con singular cinismo.

Al final, también, del requerimiento a su irregular gestión, sin argumentos justificatorios, las responsabilidades se siguieron repartiendo en terceros.

“No es algo que yo haya cometido personalmente y no tengo por qué hacerme responsable de ello”, repitió, en el caso de la joven empleada acosada sexualmente -y de todas las que en su condición permanecen sometidas, o fueron corridas por no prestarse a los bajos instintos del pagador-, así como en otros.

Entre ellos, respecto de los sobornos y presiones con los que anduvo su hijo, pretendiendo convertirse en alcalde sustituto de Reynosa, usando su nombre y el de otros funcionarios y legisladores panistas.

Primero desacreditó los audios y luego, cuando le ofrecieron los videos, que también fueron públicos en su momento, simplemente acotó, “no fui yo” y retó a sus interlocutores a asumir la responsabilidad de lo que hagan sus parientes.

Vamos a ver con qué sale ahora.

En la cosa de la política-electoral de cara al 2 mil 24, conforme pasa el tiempo, sigue creciendo la lista de aspirantes, especialmente a las candidaturas morenistas, aunque entre la oposición no andan precisamente bordando en consensos.

Así seguirá por unos meses, hasta que se invierta la curva y empiece la decantación.

Por lo pronto, agregue al ex diputado local y ex delegado de gobernación, RICARDO RODRÍGUEZ MARTÍNEZ, a la fila de tiradores por la nominación morena a la alcaldía victorense.

Su activismo en redes sociales, el contacto permanente con sectores populares y los eventuales encuentros, con líderes de opinión del centro del Estado, no dejan lugar a dudas; la aspiración que antes ya había manifestado en otros procesos, está de regreso.

Mucho de dónde escojer.

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