REYNOSA MERECE RESPETO…/ A CONTRALUZ…

Por Juan Manuel Villarreal H.

 

 

Cuando Maki Ortiz asumió la administración municipal, adquirió una gran responsabilidad, por la complejidad que representa gobernar una ciudad como la nuestra.

Pero también, representó para ella, contraer un enorme compromiso no sólo para actuar y gestionar todos los beneficios posibles para Reynosa, sino también un compromiso personal con la gente que voto y creyó en el proyecto de todos.

Y se propuso como meta enfrentar el reto. Gobernar para todos por igual.

Y lo asumió, consciente de todos los obstáculos, ser centro de la crítica, la confrontación y la injuria, a veces malsana e injusta, a lo largo de estos dos últimos dos años de gestión.

Pero eso no la desanima a seguir trabajando por Reynosa, por el contrario, la alienta a seguir adelante con más brío, con más coraje y con más decisión.

Ya era tiempo que Reynosa fuera gobernado por una mujer con ideas frescas y nuevas, que renovaran el estilo de gobernar.

Era tiempo ya también de contar con una alcaldesa dispuesta a lidiar contra aquellos opositores de sus ideales, con carácter fuerte y temperamental: echada pa’delante para discutir, para pelear con ímpetu y arrebatada para defender con pasión su postura.

Para algunos, Maki es una mujer de personalidad audaz, rebelde, insolente, atrevida y con determinación.

Y claro, pero también como cualquiera, con justa razón, igual hace berrinches y se encabrona cuando las cosas no van bien o no son como ella quisiera. Y se justifica, porque no mide los alcances ni las consecuencias de su proceder, con tal de llevar beneficios sin límites a la ciudadanía.

Tal vez otros lo califiquen de ser una mujer que gusta del protagonismo, pero si con ese tipo de actitud se logra el progreso y el bienestar de quienes vivimos en esta ciudad fronteriza, pues entonces bienvenido sea el protagonismo.

Además, la gente reconoce su empeño por seguir insistiendo como hasta ahora, en demandar los recursos que por derecho le corresponden a nuestra comunidad, a fin de crear las obras de infraestructura social y de urbanismo que se demandan para dar paso a la ciudad modernista, la cual repunta no sólo en el crecimiento de la población, sino en la generación de empleos a nivel nacional.

Sin embargo, hay quienes insisten en frenar el capital político que representa Maki y sus opositores o detractores tratan de bloquear toda clase de iniciativas, sin importarles que sus acciones se vean reflejadas en perjuicio de la misma ciudadanía.

Pese a ello, Maki ha sido muy clara al respecto: No va a tolerar la intromisión de nadie. Absolutamente de nadie.

No permitirá que se violente la autonomía municipal, ni pretende caer en la provocación. Tampoco permitirá condicionamientos ni amenazas de nadie, porque Reynosa merece respeto y no puede ser rehén de la política, ni de nadie.

Y Maki es más que clara al señalar que gobernar bien, significa cambiar y rectificar el rumbo.

Sabemos que nada ni nadie detendrá su terquedad. Ni tampoco cambiará su estilo ni su forma de actuar.

En hacer las cosas distintas. Porque así lo prometió.

Propuso a los reynosenses a realizar grandes proyectos, para grandes obras.

Y pese a todo y contra todos, lo está intentando, porque es un gobierno que desde su inicio pretende ser diferente.

Es un gobierno más humano. Está más cerca de la gente, a la cual, al menos la escucha y la atiende. A esa gente que cada día lucha, trabaja y se esfuerza por mejorar sus condiciones de vida. Y eso es visto con buenos ojos.

Es por eso, que los reynosenses bien nacidos en esta tierra y quienes han migrado por no encontrar en sus lugares de origen las condiciones para mejorar, pero que la han adoptado como suya, suman sus esfuerzos, para trabajar y construir la ciudad que todos queremos.

La ciudad que anhelamos heredar a nuestros hijos y a nuestras futuras generaciones.

Por eso, desde aquí, se les hace un llamado a los detractores de la administración muncipal, prevalezca la razón, la prudencia y la seriedad.

Basta ya de peleas estériles, inútiles y desgastantes que no conducen a nada.

Terminen ya con la confrontación, los desplantes y los desencuentros.

Olvídense del ego, las diferencias personales, los partidos o ideologías.

Aquí sólo hay de dos sopas y una ya se acabó: Reynosa nos necesita a todos.

No juzguen antes de tiempo. Ya será la sociedad, el tiempo y la historia quienes habrán de enjuiciar la actuación de cada quien.

Y si la mayoría votó por Maki, lo único que merece Reynosa y sus habitantes es respeto.

Si señores, respeto.

¿Qué no?

 

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