Suspenden las corridas de toros en la Plaza México otra vez

  • La jueza resolverá en estos días si se concede la suspensión definitiva, pues, de momento, solo es temporal

Ciudad de México.- Ayer lunes 6 de mayo, una jueza de distrito en materia administrativa suspendió otra vez las corridas de toros en la Plaza México, ubicada en la Ciudad de México.

La asociación Va por sus Derechos interpuso un amparo, que fue aceptado por la jueza. Esta última resolverá en estos días si se concede la suspensión definitiva, pues, de momento, solo es temporal.

Fue el pasado mes de febrero cuando, por unanimidad, el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del primer circuito revocó la suspensión provisional que había concedido la jueza Quinta de Distrito en Materia Administrativa, Sandra de Jesús Zúñiga, por lo que se podían realizar las corridas de toros.

Entonces, el magistrado ponente, Gaspar Paulín Mendoza, planteó revocar la suspensión provisional contra la paralización de los eventos taurinos en la capital y se realizaron los que ya estaban programados para el 78 aniversario de la inauguración de la Monumental Plaza de Toros México.

Esa vez, manifestó que las consideraciones de la Segunda Sala del máximo tribunal, detalla que el otorgamiento de la suspensión impacta de manera negativa toda una serie de actividades y derechos, que hasta el momento constituyen una actividad lícita prevista en la ley para la celebración de espectáculos públicos del reglamento taurino.

Argumentó que los razonamientos que llevaron a la ponencia, es que fue incorrecta la determinación del juzgado para conceder la suspensión provisional, cuando se aduce un interés legítimo y se considera que debe de paralizarse de una actividad.

Refirió que en términos del artículo 131 de la Ley de Amparo, no es posible paralizar los eventos de tauromaquia hasta tanto no se resuelva en el fondo, si efectivamente estas normas pueden ser inconstitucionales o incondicionales.

El magistrado sostuvo que las consideraciones de ninguna forma implican el reconocimiento de los eventos taurinos como una práctica protegida por los derechos de la cultura.

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