Por Pegaso
Lo volvió a hacer.
La Senadora Jesusa Rodríguez volvió a abrir la boca para generar una nueva polémica.
Recién había causado revuelo nacional al decir que comer carnitas equivalía a celebrar la conquista de Tecnochtitlán, y luego nos sorprendió con otra joya cuando dijo que la marihuana es igual que el clítoris.
La legisladora, quien además de pertenecer a la comunidad lésbico-gay es una conocida dramaturga y actriz, es fértil en la producción de aforismos y frases polémicas, como las siguientes:
-Celebro que una mujer, María Consuelo Mejía, quien además de ser católica es inteligente, cosa que no es muy común.
-La marihuana no es una droga, como no lo es el peyote, como no lo son los hongos; son plantas sagradas.
-Las galletas Oreo es el producto más adictivo que existe en este momento en el planeta. Está diseñado para que los niños sean adictos para toda la vida.
Ya siento que la quiero.
Pienso que es un personaje que estará nutriendo esta columna con sus mil y una ocurrencias, para solaz y esparcimiento de mis dos o tres lectores.
Hoy vuelve a saltar a la palestra cuando sugirió que a la carne que consumimos la llamemos «cadáveres».
Razona, por supuesto, que por provenir de un animal muerto, las carnitas, los bisteces, los solomillos, las chuletas y las albóndigas, forman parte de un cadáver, lo que significa que somos una sociedad necrófaga.
Hace varios años, cuando hice una nota relacionada con la carne vieja que solemos comer en Reynosa, ya que muchas veces la mantienen congelada por años antes de llegar a nuestras mesas, hice el comentario de que comemos carne de momia.
A algunos comerciantes del ramo de las carnicerías no le hizo gracia, pero como doña Chucha Rodríguez, en esa ocasión razoné que las empresas empacadoras lo que nos venden realmente es un producto muy viejo, lleno de conservadores, ablandadores y colorantes, para que mantengan un aspecto agradable.
Por eso, Doña Jesusa, es usted mi heroína, porque no tiene pelos en la lengua (Nota de la redacción: El autor de la columna lo dice metafóricamente).
Vámonos con el refrán estilo Pegaso, inspirada en una frase de Juanga: «Equivalemos a lo que ingerimos; si ingieres cuadrúpedo ungulado, eres un cuadrúpedo ungulado». (Somos lo que comemos; si comes cerdo, eres un cerdo).
