AL VUELO/ Elba

Por Pegaso​

¡Más sana que una marrana! ¡Más cirujeada que Michael Jackson! ¡Más millonaria que Carlos Slim! Ella es… ¡Elba Esther Mordilloooooo!​

Sí. La maistra regresa por sus fueros, después de permanecer varios añitos entambada, víctima del revanchismo político del Presidente saliente, Quique Quiquín Gandallín.​

Hablar de la maestra Elba Esther es entrar en un tema polémico.​

A pesar de las acusaciones que en su momento se le formularon, la mayoría de los trabajadores de la educación sindicalizados extrañan su presencia y pocos hablan mal de ella.​

Sucede como con los petroleros: Mientras tengan su casita, su sueldito, su cochecito, su aguinaldito y todo lo demás de que la mayoría de los mexicanos carecemos, hablarán bien del líder, aunque éste se enriquezca asquerosamente.​

«Total, ¿a mí qué me importa? Mientras yo tenga lo mío, me vale madre que mi líder robe»,-dirían los comodinos maestros y petroleros.​

Pero Elba Esther se cuece aparte.​

Ya hemos visto cómo se las arregla para parecer una anciana desvalida y enfermiza cuando estaba en chirona. Convenció a todo el mundo de que estaba prácticamente desahuciada para poder irse a su regia mansión en calidad de reclusa domiciliaria.​

Pero una vez que le concedieron la libertad, fue como como si le hubieran inyectado adrenalina. Fue como si a un empleado de correos le dijeran de repente que se sacó la lotería de Texas sin comprar boleto.​

La maestra presenta hoy un rostro y una vitalidad sorprendentes, tal vez recordando sus tiempos de gloria y lista para retomar el poder en el SNTE.​

Señalada por la revista Forbes como una de las diez personas más corruptas del país, Elba Esther continúa violando las leyes de manera impune.​

Si durante su estancia en el penal de Santa Martha Acatitla se fingió enferma y ahora presume de una gran vitalidad, quiere decir que mintió ante una autoridad judicial, y eso se castiga con cárcel. Así que si se aplicara la ley, la retacharían a su calientita celda de inmediato.​

Pienso que figuras tan controversiales como Elba Esther Mordillo, Carlos Ratero Deschamps o Napoleón Orrutia deben retirarse de la vida sindical y dejar que vengan otras gentes, con nuevas ideas y mejores proyectos para sus respectivos gremios.​

El caso de la maistra es ilustrativo de hasta dónde puede llegar un dirigente bajo la complicidad de los gobiernos en turno.​

Pero no crean mis dos o tres lectores que eso es privativo del sindicalismo. También entre los empresarios se cuecen habas y al calor de la corrupción se han hecho de enormes fortunas personajes como Charly Slim, Emilio Espárrago y Ricardo Chalinas.​

Hasta aquí mi colaboración de hoy. Quédense con el refrán estilo Pegaso que a la letra dice: «Poseo información relativa a tu persona, díptero del género masculino». (Te conozco, mosco).​

Advertencia: Cualquier parecido de las situaciones y personajes aquí mencionados con la vida real es mera coincidencia. Come frutas y verduras, ¡y mucho ojo! ¿Eh?

Notas Relacionadas

Deja tu comentario